El pasado 11 de agosto DESUC realizó el seminario (Des)Confianza en Encuestas, donde —contando con la participación de más de cien personas— se dialogó al respecto de las causas y consecuencias de la desconfianza que pueden generar las encuestas. Todo ello, a la luz de los resultados de la Encuesta PAIS de DESUC, donde por primera vez en Chile se abordó la temática, incorporando una pregunta en específico sobre la confianza en encuestas y estudios de opinión.
¿Cuánto se desconfía de las encuestas en Chile?
Los resultados, que se pueden ver en la figura 1, muestran un claro escenario de desconfianza. Si bien las encuestas se encuentran en una buena posición relativa al resto de instituciones medidas, en términos absolutos son mayoritariamente una herramienta que la población encuestada ve con distancia. Solo un 23% de las personas declara tener “bastante” y “mucha confianza” en las encuestas.
Figure 1: Niveles de confianza general
Pero dado ello, ¿quiénes confían de las encuestas? ¿Son distintos de quienes confían o desconfían de otras instituciones?.
Los resultados muestran que las características sociodemográficas no parecen marcar una gran diferencia, salvo en edad (donde los jóvenes confían más) y en personas sin tendencia política, que muestran menores niveles de confianza (ver figura 2).
Figure 2: Desconfianza en encuestas según sociodemografía
¿Es esto distinto en las confianzas a otras instituciones?
La respuesta es sí. Mientras en la confianza en encuestas no se observan diferencias tan evidentes según segmentaciones tradicionales, el resto de las instituciones mostraron un patrón más claro: mujeres, personas de mayor edad, de nivel socioeconómico bajo y de tendencia política de izquierda desconfían más en general.
¿Qué podría explicar el fenómeno de la desconfianza en encuestas?
Desde DESUC creemos que la credibilidad de las encuestas puede descansar en aspectos que van más allá de lo sociodemográfico como, por ejemplo:
La desconfianza se centra sobretodo en encuestas electorales: pues son estas las que dominan el debate público. Esto explica la múltiples críticas a encuestas post primarias, y a su vez, el nulo cuestionamiento a los resultados sobre pobreza entregados por Casen en Pandemia 2020 en el mismo periodo de tiempo.
Validez en la predicción: a las encuestas –y sobretodo electorales– se les critica en función de sus predicciones. Pero medir cualquier fenómeno social es complejo, pues existen múltiples fuentes de error (y de esto se preocupa la Metodología de Encuestas). Pero, además, las encuestas electorales son utilizadas como insumos políticos, convirtiéndose en factores intervinientes del fenómeno futuro que buscan predecir. Esta retroalimentación hace que medir cambie la propia medición.
Validación en la confirmación: si el resultado de la encuesta se ajusta a mis percepciones sobre la realidad, es más probable que la valide, así como a sus resultados, pues refleja mi propia realidad. Si no es así, desconfío de sus resultados por su lejanía con mi experiencia y la de mi entorno. Esto sucede en un contexto de bajo conocimiento sobre cómo funcionan las encuestas, y por qué —bajo ciertas condiciones— son válidas para representar a la población.
¿Qué podemos hacer al respecto?
Para comentar los resultados y compartir reflexiones al respecto nos acompañaron Paulina Valenzuela (Socia Directora y encargada de Metodología e Innovación de Datavoz/Statcom), Alejandro Reppening (Director Departamento de Estudios de CNTV y ex-Director de Noticias CNN Chile), y Eduardo Valenzuela (Profesor titular del Instituto de Sociología UC y Director de Encuesta Nacional Bicentenario UC), quienes desde diversas perspectivas entregaron insights en la materia.
Paulina Valenzuela comentó sobre las distintas fuentes de desconfianza que pueden tener las encuestas, entre ellas; quién las realiza, desconocimiento en metodología, y confusión entre encuestas sociales y electorales.
Alejandro Reppening, por su parte, reflexionó sobre cómo los medios de comunicación pueden caer en la trampa de consumir indiscriminadamente resultados de encuestas con diversas calidades, para responder a una demanda creciente por datos entregados por este tipo de sondeos, y con ello, generar noticia.
Finalmente, Eduardo Valenzuela recordó el nacimiento de la encuesta de opinión pública, y cómo este instrumento logró democratizar la esfera pública, donde la opinión de todos importa. En ese contexto, relevó el amplio uso de datos que provienen desde encuestas para la toma de decisiones, y enfatizó que –más allá de la mala publicidad– las encuestas se equivocan mucho menos de lo que la ciudadanía cree.
Si no pudieron asistir, o desean revivir este interesante diálogo, pueden hacerlo a través de YouTube). Además, pueden acceder a la presentación aquí.
Figure 3: Imagen de Seminario (Des)Confianza en encuestas